Por: José Francisco Amezcua
Del 1 al 10 de febrero, Sahuayo, nuevamente se vistió de fiesta para celebrar el XCVI Aniversario del Martirio de Joselito, el adolescente cristero procesado por el gobierno mexicano en los tiempos de la persecución religiosa.
Las celebraciones tienen como epicentro el templo parroquial de Santiago Apóstol, donde reposan los restos de Joselito, además de ser, históricamente, el punto de mayor referencia en la vida del santo, donde fue bautizado, confirmado, hizo su primera Comunión, donde acudía a misa con sus padres y donde también pasó sus últimos momentos de su vida terrenal.
Cabe destacar la participación de las parroquias de la foranía, así como de diferentes grupos y asociaciones y la presencia de peregrinos provenientes de diferentes partes del país y del extranjero, que todos los días participaban en peregrinaciones y misas. Destacan, principalmente, la caminata y cabalgata provenientes de Cotija y de localidades como Briseñas y Totolán, logrando, este año, un récord en participación de caminantes, quienes llegan jubilosos, a pesar de su cansancio, al templo en construcción de Joselito, en la parte alta-suroeste de Sahuayo.
Otro de los eventos más bonitos y participativos fue la elaboración del tapete de luz “Camino al cielo”, que inicia en la casa de Joselito y llega al Monumento a Cristo Rey, donde familias, escuelas y grupos de amigos realizan bellos mosaicos efímeros de aserrín pintado, iluminados por centenares de veladoras que fieles donan en favor de una gracia o petición, sin hacer menos la “molienda”, celebración que da muestra de la generosidad de los vecinos de la Calzada de los Mártires, quienes, en memoria de las familias que en la época de la persecución religiosa donaban alimentos a los hombres y mujeres que en las barrancas se encondían y luchaban en defensa de la fe, realizan el gesto de dar de cenara todos los asistentes.
El 10 de febrero, durante todo el día hubo peregrinaciones por diferentes puntos de la ciudad: hacia la Parroquia de Santiago Apóstol, hacia Cristo Rey, hacia el templo de San José Sánchez del Río y hacia el Panteón; se abrieron las catacumbas del Sagrado Corazón, para que los peregrinos, provenientes de otros lugares, conocieran más a fondo la historia cristera de Sahuayo. Por la tarde, Mons. Javier Navarro Rodríguez celebró la Misa de fiesta, en el templo de San Joselito, acompañado por el Sr. Cura Armando Flores, los PP. Enrique Alcalá y Rafael López y 2 sacerdotes misioneros de Guadalupe.
Nuestro Obispo, en la homilía, resaltó que Joselito fue autor de una bella pintura, que fue realizada con la sangre de sus pies, que marca el camino que Jesucristo le indicó para llegar al Padre: “José supo que el camino para llegar a Dios era el de Jesucristo, y lo encontró en el martirio”.
Por la noche, como cierre de las fiestas, se llevó al cabo un espectáculo piromusical, en las inmediaciones de la Parroquia de Santiago Apóstol.
Que san José Sánchez del Río interceda por la Diócesis de Zamora, guíe a nuestra juventud y proteja a nuestra niñez. ¡Vivan Cristo Rey, la Virgen de Guadalupe y san Joselito!
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