Por los Caminos de la Diócesis de Zamora, llegamos ahora a Paracho, donde se celebró, el jueves 29 de junio pasado, la fiesta en honor a San Pedro, “El Príncipe de los Apóstoles”, titular de esta antigua comunidad parroquial. Como en otras ocasiones, se organizaron, con anticipación, las diversas actividades religiosas, que comprendieron una solemne novena de misas, rosarios y procesiones que atendieron el Sr. Cura Sergio Romero Candelario y los sacerdotes vicarios, José Luis García Romero y Brandon Israel Godínez Gómez.
Paracho es uno de los poblados más antiguos del Estado de Michoacán; se caracteriza por ser una de las comunidades más visitadas de la Meseta Purépecha, gracias a su ubicación geográfica y a su gran producción artesanal, por lo que es un importante centro comercial, que destaca entre otros pueblos por la manufactura de guitarras y la elaboración de otros instrumentos musicales de cuerda.
La celebración de las festividades religiosas en esta región se realiza a través de diversas comisiones, encabezadas por los cargueros de la fiesta o de la imagen del santo patrono. En este caso, durante los 9 días anteriores a la fiesta, se administraron varios sacramentos, entre ellos el de la Confirmación, en varias ceremonias que se llevaron a cabo el sábado 24 de junio, presididas por el Pbro. Juan Carlos Ruiz Espinosa, Vicario Episcopal de la Vida Consagrada en la Diócesis de Zamora, quien invitó a niños, adolescentes y jóvenes confirmandos, a ser fieles defensores de la fe, a ejemplo de los santos apóstoles.
El día de la fiesta se le cantaron las tradicionales Mañanitas a San Pedro Apóstol, y al medio día se llevó a cabo un recorrido con la imagen peregrina del santo patrono, que inició en la casa de los cargueros de la fiesta y culminó en el templo parroquial, a la 1 de la tarde, con una solemne concelebración, presidida por el Sr. Cura Juan José Torres Martínez, Párroco de San Juan Nuevo Parangaricutiro.
La homilía de la llamada misa de función estuvo a cargo del Sr. Cura José María Blanco Moreno, Párroco de Pamatácuaro, quien se refirió a esta festividad como una de las principales celebraciones en la Iglesia, así como al importante papel que desempeñaron los santos apóstoles: Pedro, siendo cabeza y guía de los cristianos, y Pablo, insigne misionero y predicador de Cristo.
Como de costumbre, durante el resto del día hubo música de banda y una gran kermés organizada por los grupos parroquiales, en medio de una verbena popular en la plaza del lugar, así como la quema de juegos pirotécnicos, por la noche.
¡San Pedro, apóstol, ruega por nosotros!
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