Por: Pbro. Carlos Eduardo Barajas Baeza
El verdadero sentido de la sinodalidad, la riqueza de la diversidad, el papel que desempeñan las bautizadas y los bautizados en el seno de la Iglesia, la actividad misionera, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, el papel de la mujer en la perspectiva del diaconado femenino y la evolución digital, sin olvidar a los jóvenes de los países pobres del mundo que están completamente aislados del uso de las tecnologías más modernas. Estos son algunos de los temas que se han abordado este lunes durante los trabajos sinodales en el Vaticano. Así se ha puesto de manifiesto en el briefing con periodistas celebrado esta tarde en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Examinados los primeros informes
«También se han examinado los primeros informes de los círculos menores», explicó Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación y presidente de la Comisión para la Información, quien precisó que la sesión «se abrió con el agradecimiento de los miembros al Papa por su exhortación apostólica C’est la confiance dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz (Santa Teresita de Lisieux) publicada ayer». El prefecto también quiso señalar que los mismos miembros recordaron «con un largo aplauso el aniversario de la elección de Juan Pablo II, y el aniversario de algunas ordenaciones sacerdotales». Además, Ruffini compartió con los periodistas la noticia de la reunión del viernes pasado de la comisión ordinaria del Sínodo, que había evaluado «el camino recorrido hasta ahora y la calidad y belleza de la escucha».
La sinodalidad no es un cliché
Sobre el proceso sinodal puesto en práctica en el Sínodo, se detuvo el Padre Vimal Tirimanna, de la Congregación del Santísimo Redentor, teólogo de Sri Lanka. «Al venir aquí -dijo- pensé que la sinodalidad era un cliché, pero tuve que cambiar de opinión. El Sínodo empezó hace tres semanas y me di cuenta de que aquí se vive realmente la sinodalidad». El sacerdote destacó cómo esto se refleja también en la disposición de las mesas: «Cuando te sientas, en mesas redondas, junto a obispos, cardenales, mujeres y laicos, te das cuenta de que estás en una iglesia sinodal y no sólo piramidal». Una condición, quiso señalar, que no es idea del Papa Francisco, sino que «recuerda completamente al Concilio Vaticano II». Tirimanna confió en que este modelo pueda exportarse también «fuera del propio Sínodo» (Vatican.news lunes 16 de octubre).
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