Por: José Antonio Villanueva Chávez
En Tangancícuaro, el martes 19 de diciembre, el nuevo sacerdote Francisco Javier Márquez Chávez, quien recibió la Ordenación tan sólo 5 días antes, presidió su primera misa solemne, al mediodía, en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. La ceremonia de acción de gracias comenzó con una procesión desde la casa paterna del nuevo presbítero, a tan sólo unas cuadras del recinto sagrado, acompañado por sus familiares y paisanos, entre música, cohetones y un constante repique de campanas.
A su llegada al templo parroquial ya le esperaba un grupo de sacerdotes que participaron en el Cantamisa; mientras tanto, en el interior del templo se encontraba un sin número de feligreses, religiosas, amigos e invitados, al igual que personas venidas de la Parroquia de Tarecuato, comunidad parroquial donde el nuevo presbítero desempeñó su diaconado y donde continuará su ministerio sacerdotal. En el altar estuvo rodeado por varios sacerdotes y diáconos, entre ellos el Párroco del lugar, el Sr. Cura Ignacio Gil Moreno. La celebración eucarística fue preparada detalladamente por el Equipo Litúrgico Parroquial, y la parte musical por un coro integrado con voces de jóvenes y adultos.
La homilía fue pronunciada por el Pbro. Francisco Javier Ordaz Salazar, quien entre otras palabras, basadas en la lectura del evangelio según San Juan, que fue proclamado en la ceremonia por el Diácono Francisco Mendoza Rodríguez, habló acerca de la vocación de los apóstoles, servidores y mensajeros, resaltando que “los apóstoles fueron elegidos para una misión por ser hombres de fe y oración, que siempre estuvieron dispuestos a hacer la voluntad del Señor en sus vidas, una vida basada en el servicio”, además al Padre Francisco Javier, le dijo: “Siempre debes de estar dispuesto a llevar la Palabra de Dios, y a ser fiel a esta misión que Dios te ha confiado. Que lleves siempre la alegría a todos, y Él guíe tus pasos”.
Antes de concluir la santa Misa, el Pbro. Francisco Javier dirigió emotivas palabras a los presentes;en primer lugar, agradeció a Jesucristo haberlo ungido portador del don inmerecido del Sacerdocio; a su familia, principalmente a sus padres y hermanos, haberle acompañado en la vivencia de la fe y en cada una de las etapas de su formación sacerdotal, y a los sacerdotes, seminaristas, paisanos y amigos, haber sido parte de su formación. Cabe resaltar que al inicio de la ceremonia fue revestido con una nueva estola y casulla; además, durante el momento de las ofrendas le fueron entregados varios dones y símbolos del ministerio sacerdotal. Finalmente, después de la bendición, y entre otros gestos especiales de su primera misa solemne, como rúbrica del acontecimiento se llevó a cabo una gran convivencia, en la Escuela Secundaria Técnica No. 23, donde se sirvió una exquisita comida para los presentes, incluidos los grupos, movimientos y fieles de la comunidad parroquial de Tangancícuaro. ¡Enhorabuena, Pbro. Francisco Javier Márquez Chávez!
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