“Con Jesús, José y María, misionero cada día”
P. Sergio Alejandro Arroyo Rodríguez
Asistente Eclesial Diocesano del MFC
Un poco de historia. Las inquietudes de algunos matrimonios argentinos, que anhelaban vivir más plenamente la espiritualidad conyugal, fueron encausadas por el sacerdote pasionista R.P. Pedro Richards, allá por 1948. Esta experiencia de desarrollo integral, se extendió rápidamente en el continente americano, llegando a México en 1958.
Quien esto escribe no tiene noticias sobre el año en que el MFC llegó a la Diócesis de Zamora. Recuperar el caminar de esta experiencia pastoral es una tarea pendiente que puede realizarse recogiendo los testimonios de los más grandes y acudiendo a los documentos que sobre el MFC se conservan en el archivo diocesano. La historia hunda sus raíces más allá de las parroquias donde hoy está presente, pues recuerdo la pujanza de este Movimiento en la Parroquia de San Francisco Jiquilpan, allá por 1993, cuando fui enviado como seminarista a prestar mi servicio apostólico. Y como esa, otras comunidades parroquiales donde hoy no se encuentra activo el Movimiento, pero hizo mucho bien a las familias.
El MFC hoy. En enero del presente año inició su servicio por tres años, el nuevo equipo coordinador diocesano, presidido por Daniel y Susana Fernández Gil, que invitaron a algunos matrimonios, jóvenes y sacerdotes para asumir de manera corresponsable esta gran empresa, que tienen un objetivo claro: “Promover los valores humanos y cristianos de la familia en la comunidad, para que la familia sea formadora de personas, educadora en la fe, defensora de la vida y por lo tanto comprometida activamente con el desarrollo integral de la comunidad a través de sus miembros”.
Para conseguir su objetivo, ha definido con claridad su carisma: la espiritualidad conyugal y familiar, como camino de santificación. Su visión es construir el Reino de Dios desde las familias, de modo que en ellas se anuncie, celebre y se sirva el Evangelio del matrimonio, la familia, la vida y sean las familias, fermento de vida cristiana en su comunidad y su misión brindar a los matrimonios, MaRes (madres responsables), jóvenes y adolescentes una evangelización integral que incluye la formación pedagógica, dinámica, progresiva y sistemática a través de la cual se promueven los valores humanos y cristianos, se aprende a dialogar y se proporcionan medios e instrumentos para propiciar que sus familias sean: verdaderas comunidades de personas, servidores de la vida, promotoras del bien común y un lugar desde donde se busca la santidad.
Ya hemos compartido en este espacio las particularidades de los programas de acompañamiento de formación integral que ofrece el MFC a cada uno de sus miembros y que usted, amable lector, puede consultar en la página web: https://www.mexicomfc.com. También puede acceder a la vida pastoral del Movimiento en la diócesis consultando nuestras redes sociales: Facebook Mfc Diocesis Zamora e Instagram MFC Juvenil Oficial. Aunque los diferentes sectores difunden sus actividades en sus redes sociales o las de la parroquia a la que pertenecen.
Aunque es un Movimiento eminentemente laical, cuentan con el acompañamiento espiritual de sacerdotes, que son denominados Asistentes Eclesiales. De hecho, el pasado lunes 2 de octubre, el Colegio de Asistentes nos reunimos, por primera vez en esta administración, en la comunidad de San Francisco Cherán K’eri para sinodalmente escucharnos y comenzar a discernir lo que el Espíritu de Dios le pide hoy al MFC. Contamos con la grata presencia el Obispo Auxiliar de Zamora, Mons. Francisco Figueroa Cervantes.
Fue presentada la estadística de los lugares en donde está presente el Movimiento y la cantidad de miembros que son parte de esta experiencia pastoral de manera activa. Con gratitud y alegría, escuchamos de los Sacerdotes los grandes aportes de los emefecistas a la evangelización de las familias en las parroquias y su incursión en otros servicios catequéticos. De igual manera se señalaron algunas áreas de oportunidad en las que el MFC debe trabajar más, resaltando la mayor cercanía entre asistente eclesial y membresía.
Actualmente se cuenta con 15 Sectores que ya cuentan con personas que han cursado los tres niveles del ciclo básico de formación y cuentan con las áreas o departamento que exige el MFC. Los Sectores se ubican en las siguientes parroquias dedicadas a San Francisco de Así en Corupo, Tarecuato, Tancítaro y Cherán; El Sagrado Corazón en Zamora, San Pedro Apóstol en Paracho, San Antonio en Charapan, Santiago Apóstol en Chilchota y San Andrés Apóstol en Ziracuaretiro, San Andrés Corú de la parroquia de Miguel Arcángel Zurumucapio . En Uruapan están los sectores de Cristo Rey, La Resurrección, La Santísima Trinidad, Nuestra Señora de La Asunción y Nuestra Señora de El Refugio.
Los Presectores son 7: San Juan Bautista en Purépero, Nuestra Señora de Guadalupe en La Cantera, que forma parte de la parroquia de Tarecuato, La Purísima en Yurécuaro, Santa Mónica en Ario de Rayó, San Lorenzo, perteneciente a San Juan Bautista Capacuaro y en Uruapan, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y Nuestra Señora de Guadalupe. Se está acompañando a otras parroquias para que conozcan el MFC, quiera Dios que la propuesta sea aceptada, entre ellas: Pichátaro, Urapicho, Vista Hermosa, Tanhuato.
Así las cosas, a la fecha de esta publicación, los miembros del MFC en la Diócesis son 1,820, de los cuales 1,185 personas están cursando alguno de los tres niveles de formación, apoyados por 635 personas que ejercen servicios como promotores, secretarios de sector y responsables de áreas a nivel sectorial, zonal y diocesano. Además de estos, los Sacerdotes que los acompañan.
Hoy por hoy, es el proyecto de pastoral familiar, cuantitativamente, más grande de la Diócesis. Sin embargo, todavía hay mucho que caminar. Este trienio se trabajará arduamente para consolidar el Movimiento en las parroquias donde ya está presente y promoverlo en cerca de 100 donde hace falta. Este propósito se hace patente en nuestro lema “Con Jesús, José y María, ¡misionero cada día!
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