Los Trabajadores Agrícolas en Nuestra Diócesis y su Aporte a la Economía

por | Jun 13, 2025 | Dimensiones pastorales

Esta actividad (la Agricultura), que involucra a cientos de personas en nuestra Diócesis y a miles en nuestro país, hoy por hoy enfrenta muchos desafíos, no sólo para los trabajadores, sino para los que de alguna manera hemos intervenido en estos procesos. Buscar que los trabajadores sean contratados de acuerdo a las leyes, vigilar que se les respeten sus derechos y salvaguardar su integridad, cumpliéndoles todo lo que les prometen para el bienestar de sus familias, han sido sólo algunos. Es aquí donde la Pastoral de la Movilidad Humana ha hecho presente su misión especial de asesorar, acompañar y orientar todas y cada una de las problemáticas derivadas de la migración.

Así que en esa búsqueda constante, por supuesto que los trabajadores agrícolas migrantes enfrentan desafíos como la falta de acceso a servicios básicos, atención medica integral que los proteja de riesgos laborales, la discriminación y la explotación laboral, violación de sus derechos humanos, etc., según lo dan a conocer informes del Migrant Clinicians Network.

También, es importante mencionar la labor del gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría del Migrante, que trabaja para garantizar los derechos de los trabajadores agrícolas, haciendo valer y facilitando una migración legal y ordenada de trabajadores en esta área tan importante, cuando de trabajadores internacionales se trata, como el proyecto para hacer de Michoacán un estado del T-MEC, según el gobierno del estado.

En cuanto a la presencia de los trabajadores agrícolas en nuestra región, son: El Bajío de Michoacán (hortalizas), la región Los Reyes-Zamora (frutillas), la región Uruapan (frutales) y las 3 regiones cañeras (Tacámbaro, Taretan y Los Reyes).

Algunas ciudades y municipios que han participado y participan de alguna manera en esta acción de Visas H-2A, en donde muchos jornaleros de comunidades purépechas y también de ciudades, son: Comachuén, Nahuatzen y la región de La Cañada (Etúcuaro, Chilchota, Santo Tomás, Zopoco, Carapan y muchas más), así como Tangancícuaro, Zamora, Los Remedios, Jiquilpan, El Cerrito Colorado, S. Tangamandapio, Sahuayo y Uruapan, todas de nuestra Diócesis. Es en este contexto que la visita de la Pastoral de Pueblos Originarios de la CEM a nuestra Diócesis mostró su apoyo e interés por trabajar de manera conjunta en estos desafíos que la Movilidad Humana nos presenta para seguir atendiendo; sobre todo, para que, la iglesia en México siga respondiendo de manera eficaz, desde el Evangelio, a la atención pastoral de nuestros hermanos en situación migratoria vulnerable.

La migración de trabajadores agrícolas en Michoacán es una realidad compleja, con una gran necesidad de mano de obra que se cubre a través de la migración interna y externa. El gobierno y las organizaciones internacionales están trabajando para facilitar la migración legal y segura. Es ahí donde la Iglesia tiene un papel preponderante en la orientación y acompañamiento que promueven la protección de los derechos de los trabajadores y la Pastoral de Movilidad Humana, qie seguirá buscando cómo atender, acompañar y asesorar en estos desafíos, junto con otras pastorales que nos fortalecen y animan.

“En la migración también somos familia”.

Comparte este artículo en:

0 comentarios