Por: Lolis Padilla Hernández
Al concluir la gesta atlética de este 2024 en París, la polémica en nuestro país está centrada en si hubo o no el suficiente apoyo para los atletas que contendieron. También la discusión está centrada en si fue buena o pobre la cosecha de medallas. Poco se habla de las trayectorias y esfuerzos de cada uno de ellos, de sus historias de logro y de que compitieron y quedaron en buenos lugares con los mejores del mundo.
En este contexto me llegó vía Whats App de parte de un querido amigo un promocional de un excelente documental titulado “Lorena, la de los pies ligeros” que sigue una carrera de Lorena Ramírez, la ultramaratonista rarámuri. Se estrenó en 2020 en Netflix pero sigue vigente porque ella sigue corriendo y es una verdadera historia de esfuerzo.
Lorena se dio a conocer a nivel mundial cuando la revista Vogue le dedicó una portada en homenaje a los logros obtenidos en varias carreras sobre todo en la de Tenerife-Bluetrail en las Islas Canarias, destacando entre 2400 corredores de 38 países obteniendo el tercer lugar al recorrer 102 kilómetros en 20 horas, 11 minutos y 37 segundos. Nada raro que los extranjeros descubran nuestros tesoros.
Los reflectores se han fijado en Lorena porque corre con su atuendo rarámuri y aunque este tipo de carreras son a campo traviesa, ella siempre lo hace con sus guaraches.
Lorena ha ganado 5 veces el ultramaratón de Guachochi, que reúne a los verdaderos ultramaratonistas, ya que recorren más de 100 kilómetros por las Barrancas del Cobre
Con tan solo 29 años, sin un “equipo técnico de entrenadores” sino demostrando la grandeza rarámuri, la de la raza de pies ligeros o pies que corren, utilizando el trabajo cotidiano de labrar la tierra, cuidar sus rebaños, acercar la leña y todas las que implican la vida en el campo como su entrenamiento diario, Lorena se ha consolidado como una verdadera atleta.
Mujer fuerte, e inteligente, ha capitalizado su reconocimiento para ayudar a esa región tarahumara, una de las más pobres de México, y tiene ya una fundación que busca apoyar a los rarámuri de Chihuahua en necesidades esenciales: alimentación, vivienda y educación, ella dice: Hoy por ellos y mañana también”
El documental que la acompaña en esta carrera a través del agreste recorrido revela su fortaleza física, su capacidad de concentración, su disciplina y determinación, pero sobre todo la mirada de una mujer que ha encontrado la paz interior en pleno contacto con la naturaleza sin olvidar ni por un instante quién es y de dónde procede.
No pertenece a ningún comité deportivo, ni a federación alguna, no tiene patrocinadores porque sus atuendos ella misma los hace y unos guaraches no cuestan casi nada. Pero sí es consciente de la trascendencia de sus logros y los ha capitalizado en favor de los suyos.
Un verdadero documento de vida, para disfrutarse, y sentir un profundo orgullo por una mexicana rarámuri, una mujer fuerte que une en el deporte su cultura y su corazón.
¡Gracias Lorena por ese ejemplo de vida!
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