Nuestro Seminario Diocesano entregó como fruto para la Diócesis de Zamora, el sábado 6 de mayo, a 3 nuevos presbíteros. Los presbíteros son Enrique Alcalá Velarde, quien pertenece a la Parroquia del Divino Salvador, en Caltzontzin, en el municipio de Uruapan; Roberto Carlos Prado García, perteneciente a la Parroquia de Santo Santiago Apóstol, en Chilchota, y Luis Gómez Aguilar, de la Parroquia de Cristo Rey, en Jacona.
El lugar destinado para la solemne ceremonia de las ordenaciones sacerdotales fue el Santuario Guadalupano de Zamora, donde se dio cita un nutrido grupo de sacerdotes que se unieron a la acción de gracias de papás y demás familiares de los nuevos presbíteros, así como de los seminaristas.
La misa de ordenación se llevó a cabo a las 10:30 de la mañana, presidida por Mons. Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora, quien estuvo acompañado en el altar por Mons. Francisco Figueroa Cervantes, Obispo Auxiliar de Zamora, así como por los PP. J. Jesús Contreras Plancarte, Vicario General de la Diócesis, y Juan José Torres Martínez, Rector del Seminario.
Como en otras ocasiones especiales, la Liturgia de la celebración eucarística se desarrolló con gran solemnidad, sobre todo por la participación de los seminaristas en la proclamación de las lecturas y el acolitado, al igual que en la parte musical.
En la homilía, Don Javier resaltó la importancia del ministerio sacerdotal en la Iglesia: “Es un don que se pone al servicio del Pueblo de Dios, una misión que es guiada por el Espíritu Santo, pero que sobrepasa todo, porque se anima con el anuncio del Evangelio, cuya Palabra de Vida ilumina a todos los hombres”. Además, recalcó el papel fundamental de cada una las familias y del Seminario, en la formación de los nuevos pastores y presbíteros.
Entre los momentos más importantes de la celebración eucarística, después del interrogatorio, destacó el momento en el que los nuevos presbíteros se postraron frente al altar, mientras eran entonadas las Letanías de los santos y santas de Dios.
Después tuvo lugar la plegaria de Consagración sobre los nuevos presbíteros, como parte del rito solemne de la ordenación sacerdotal; quienes fueron revestidos con sus vestiduras litúrgicas: la estola y la casulla, además les impusieron las manos sobre sus cabezas. Finalmente, les fueron ungidas las manos con el santo Crisma y recibieron el cáliz junto con la patena, símbolos de la entrega y el servicio que implica el Sacramento del Orden Sacerdotal.
Cabe mencionar que los nuevos presbíteros participaron y sirvieron en los momentos más importantes de la celebración eucarística, para culminar con el rito de la Consagración y la distribución de la sagrada Comunión.
Antes de finalizar la ceremonia, el Pbro. José Antonio Oseguera Barragán, Secretario Canciller de la Diócesis de Zamora, entregó los nombramientos a cada uno de los nuevos presbíteros a Enrique Alcalá Velarde, fue ratificado como miembro del Equipo Formador del Curso Introductorio, en Cotija; y a Luis Gómez Aguilar, como asesor del Seminario Menor, en Uruapan, ambos presbíteros concluirá su nombramiento al término del ciclo escolar 2022-2023; y a Roberto Carlos Prado García, fue nombrado vicario cooperador de la Parroquia de San Francisco, en Uruapan.
Posteriormente, Don Javier Navarro envió un saludo a toda la Iglesia diocesana, invitándolos a unirse en oración en vísperas de la Visita Ad Limina, en Roma, perteneciente al segundo grupo de obispos mexicanos, y que comprende a las Provincias Eclesiásticas de Morelia, Guadalajara y México. Además, dio a conocer los nuevos nombramientos dentro de las diversas instancias del Seminario de Zamora, como Rector fue nombrado el Pbro. José Antonio Oseguera Barragán; como Vicerrector del Curso Introductorio, en Cotija, el Pbro. Víctor Hugo Figueroa Juárez; y como Vicerrector del Seminario Menor, en Uruapan, el Pbro. Jorge Armando Farías Fabela. Al igual, también agradeció, a los PP. Juan José Torres Martínez, Armando Ruiz Jaramillo y Sergio del Río Salcedo, quienes durante varios años han estado al frente de estas instancias y etapas de formación.
Finalmente, después de la solemne celebración eucarística, los nuevos presbíteros compartieron los alimentos con los obispos, sacerdotes y seminaristas, así como sus familiares más cercanos y amigos en las instalaciones del Seminario Mayor, en Jacona.
¡Felicidades!