Por: José Antonio Villanueva Ch.
Inmersos en la Semana Santa, en Zamora se lleva a cabo la conmemoración anual en honor del Señor de la Salud, una semana, en la que cientos de peregrinos acuden hasta su santuario, no sólo para elevar sus súplicas, sino también para dar gracias a Dios por los dones que han recibido. La expresión de esta antigua imagen de Cristo Crucificado es de infinito sufrimiento, pero al mismo tiempo demuestra una suprema serenidad y grandeza; es venerada en la Sultana del Duero desde el siglo XVII, en su templo santuario, al final de la calle Hidalgo, mejor conocido como El Calvario.
Entre los aspectos más importantes del culto a esta sagrada imagen, destaca su festividad que se lleva a cabo el Miércoles Santo, junto con una procesión y bendición con la imagen original del Señor de la Salud, el Sábado Santo. Durante siglos, su culto se ha sido enriquecido con innumerables indulgencias; además, durante todo el año, los viernes de cada semana, se le rinde un homenaje especial de veneración, pues cientos de fieles acuden hasta su templo, el cual fue elevado al rango de santuario en 1837 y erigido como sede parroquial en 1953.
Para la edición 2024, como en otras ocasiones, fue preparado un programa integrado con diversas actividades religiosas, en las cuales su párroco, el Sr. Cura Guillermo Bernal Gutiérrez y el Pbro. Luis Miguel Plancarte Torres, sacerdote vicario, se encargaron de la atención pastoral a tiempo completo de los peregrinos que visitaron durante estos días al Señor de la Salud, procedentes de los alrededores de Zamora, así como, en las diversas celebraciones eucarísticas, en las que participaron fieles de las capillas y comunidades que integran la comunidad parroquial.
Entre las actividades más importantes, el Miércoles Santo, a las 7 de la noche, se llevó a cabo la solemne concelebración eucarística de la fiesta, presidida por Mons. Francisco Figueroa Cervantes, Obispo Auxiliar de Zamora, quien estuvo acompañado por los sacerdotes colaboradores de la sede parroquial. En su mensaje central, Don Francisco manifestó que Cristo se hace presente en la vida de las familias de esta ciudad, especialmente a través de esta imagen, que en todo momento “concede su perdón, piedad y salvación”, haciendo alusión a las palabras recogidasen el Himno al Señor de la Salud, obra compuesta en la década de los 50 del siglo pasado, por el Mtro. Francisco Elizalde, Cronista de la Ciudad de Zamora, y musicalizado por el Mtro. Santiago Cendejas, de Uruapan.
Como parte de esta celebración, previamente, el Martes Santo, la imagen del Señor de la Salud fue retirada, como en otros años, de su nicho, para su limpieza; estos momentos fueron coordinados por los sacerdotes, servidores y portadores laicos. Finalmente, el Sábado Santo, por la tarde, se llevó a cabo la solemne bendición con la imagen principal del Señor de la Salud, a las afueras de su santuario, ante un numeroso grupo de fieles que participaron en una procesión por varias calles. Cabe resaltar, la nutrida participación, tanto de fieles como de servidores, en los diferentes oficios religiosos y otras actividades del Triduo Pascual en la sede parroquial de El Calvario. ¡Enhorabuena!
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