Por: José Antonio Villanueva Ch.
A pesar de que en nuestro medio se da mayor relevancia a otras fiestas y conmemoraciones durante el Año Litúrgico, la principal de todas las celebraciones es la de la Pascua de la Resurrección del Señor, por lo que, en Uruapan, desde hace más de 35 años, se encuentra erigida una parroquia en honor de Cristo Resucitado, siendo la única comunidad parroquial de la Diócesis de Zamora que le tiene como titular. Dicha sede parroquial se localiza en la colonia 28 de Octubre, en la parte Poniente de la ciudad, “allá por la Quinta”, como comúnmente se dice acerca de esta zona de la ciudad.
Como cada año, esta comunidad se vistió de fiesta para celebrar en grande la Resurrección del Señor; la festividad del 2024 fue el domingo 31 de marzo, fecha que en esta ocasión correspondió al Primer Domingo de Pascua. Para celebrar esta fiesta patronal, como en otras ocasiones, se organizaron diversas actividades a base de misas, además de diversas pláticas presacramentales, coordinadas por el Sr. Cura Hipólito Murillo Echevarría, quien, con el apoyo de un grupo de fieles de la parroquia, coordinó los días de preparación en los que participaron las capillas y comunidades que integran la parroquia.
Como de costumbre, el día de la fiesta, muy temprano se cantaron las tradicionales mañanitas al Señor Resucitado; además, en medio de 2 celebraciones eucarísticas fue administrado el Sacramento de la Confirmación a un centenar de adolescentes y jóvenes; ambas ceremonias fueron presididas por Don Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora, quien en su mensaje central motivó a los presentes, especialmente a los confirmados, a ser defensores de la fe y testigos de la Resurrección de Jesucristo.
La solemne misa de función se llevó a cabo a la 1 de la tarde, también presidida por nuestro Pastor diocesano, quien estuvo acompañado por el Párroco del lugar, así como por los PP. José María Hirepan García, ex Párroco de la Resurrección, y Abel Hernández Murguía; en esta celebración eucarística también participaron las capillas, grupos y movimientos parroquiales, que prepararon a detalle la Liturgia; además, renovaron su compromiso de servicio y fidelidad a la Iglesia. Durante el resto de la tarde hubo música de banda y una misa de acción de gracias por la fiesta, junto con una pequeña verbena popular en los alrededores del templo parroquial, así como la quema de cohetones y luces de colores. ¡Enhorabuena!
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