Por: José Antonio Villanueva Ch.
Por los Caminos de la Diócesis vemos continuamente que en nuestras comunidades, pueblos y ciudades se reafirman, tanto las costumbres como las tradiciones, todas ellas guardianas de una cultura; por ejemplo, en Uruapan, cada año, el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, se lleva a cabo el tradicional Ritual de las Aguadoras, una antigua ceremonia que cuenta con la participación de los 9 barrios fundadores de la Perla del Cupatitzio, que realizan un colorido recorrido por las principales calles del centro de la ciudad. Los barrios participantes, son: Santo Santiago, San Juan Bautista, San Miguel, San Francisco, Santa María Magdalena, la Santísima Trinidad, San Juan Evangelista, San Pedro y los Santos Reyes.
En esta celebración pascual, los barrios de Uruapan manifiestan sus tradiciones y costumbres indígenas, mediante este ritual, en el cual participa un numeroso grupo de jóvenes, pues se trata de una ceremonia especialmente dirigida a las mujeres jóvenes, que vestidas con diversos trajes tradicionales llevan a bendecir agua, procedente del río Cupatitzio, en cántaros profusamente decorados para la ocasión, los cuales son adornados con diversas figurillas de barro, flores, dulces y frutas, que cargan sobre sus cabezas.
Aunque el traje o indumentaria de las aguadoras de Uruapan es similar al de la comunidad de San Felipe de los Herreros, en Uruapan los diversos trajes son una muestra de toques finos y apropiados para esta ceremonia pascual, ya que las jóvenes portan blusas o huanengos preferentemente de color blanco, algunos con bordados en punto de cruz, que resaltan con el rollo o falda larga de color negro de lana y de pliegues, en la que sobresale una enagua o fondo, un rebozo y un mandil de gran colorido, con bordados o deshilados, que finalmente se lucen con un reboso y diversos collares de coralillo rojo y finos aretes.
Las aguadoras, también llamadas “doncellas”, participan en un recorrido desde el manantial de la “Rodilla del diablo”, en el interior del Parque Nacional llamado “Barranca del Cupatitzio”, hasta el centro de la ciudad, donde se lleva a cabo no solamente una celebración cultural, sino una ceremonia religiosa; durante el recorrido procesional, cada uno de los contingentes de los barrios es acompañado por música a cargo de diversas bandas y orquestas, sin faltar la abundante quema de cohetones. Cabe destacar que antiguamente, este ritual de Pascua se realizaba el Sábado Santo, inapropiadamente llamado “Sábado de Gloria”.
La edición 2024 se llevó a cabo el domingo 31 de marzo, con varias actividades, entre ellas una misa solemne, al medio día, en el majestuoso templo de la Inmaculada Concepción, presidida por el Pbro. Roberto Carlos Prado García, Vicario de San Francisco, quien estuvo acompañado del Pbro. Fernando Palafox Espinoza, Vicario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; en la ceremonia se bendijo el agua de los cántaros y se alentó a los asistentes a vivir con alegría la fiesta de la Pascua, junto con todas las tradiciones, costumbres y celebraciones de los barrios de Uruapan.
Después de la celebración eucarística, el ritual culminó en la Huatápera, sede del Museo de los Cuatro Pueblos Indígenas de Michoacán, donde les fueron entregados algunos reconocimientos a los representantes y promotores de cultura, así como a cada uno de los barrios participantes. Finalmente, como cada año en algunos barrios, los grupos de aguadoras llevaron el agua ya bendita a sus respectivas capillas, como parte de las fiestas anuales de la Pascua de la Resurrección del Señor.
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